Autor Álvaro Castilla

Álvaro Castilla

Fisioterapeuta

Según la Sociedad Española de Neurología (SEN) el ictus o ACV (Accidente Cerebro Vascular) es una patología cerebro-vascular aguda. Es la segunda causa de muerte más frecuente en España y una de las principales causas de discapacidad permanente en personas adultas.

Según los datos de la SEN (1), cerca de 120.000 personas sufren un ictus al año en España. De este número, aproximadamente un 30 % padece después algún tipo de discapacidad como consecuencia.

tratamiento ictus

Este hecho provoca que el ictus sea la primera causa de discapacidad adquirida en adultos.

Precisamente por este motivo, en el equipo de Neuraces creemos que el tratamiento del ictus abordado desde la fisioterapia juega un papel diferencial.

Actuar con rapidez, y con un equipo transdisciplinar es clave en el tratamiento del ictus. Porque cada minuto cuenta cuando se trata de esta afección, abordarla desde la rapidez y la profesionalidad será un factor diferenciador.

¿Qué es el ictus y cómo afecta a nuestro cuerpo?

tipos de ictus

El ictus es una afección que puede cambiar drásticamente la vida de quien lo padece y la de sus seres queridos.

Se trata de una interrupción del flujo sanguíneo al cerebro que puede tener diversas consecuencias, desde una pérdida temporal de la función cerebral hasta una discapacidad permanente.

Los tipos de ictus, principalmente, pueden ser dos.

El ictus isquémico se produce por un descenso o interrupción del flujo sanguíneo en el cerebro. La consecuencia es una reducción del aporte sanguíneo y glucosa en el área cerebral afectada, lo que provoca una zona de necrosis neuronal.

Existen dos mecanismos por los que puede ocurrir un ictus isquémico:

Estadísticamente, la hipertensión representa el primer factor de riesgo para las trombosis, mientras que las enfermedades cardíacas lo son para las embolias cerebrales.

El segundo tipo, el ictus hemorrágico, se produce una extravasación sanguínea o bien dentro del parénquima cerebral, o bien entre este y las capas meníngeas, provocando un aumento de la presión de las estructuras cerebrales.

Generalmente, los ictus hemorrágicos se deben a la ruptura de un aneurisma, una dilatación o abombamiento en las paredes de un vaso sanguíneo debido a defectos en la elasticidad de las mismas o a una repentina subida de tensión que hace que se rompa un vaso sanguíneo.

Otra de las causas más frecuentes del ictus hemorrágico es la hipertensión arterial. En este caso, la hemorragia está relacionada con la disminución en la resistencia de las paredes arteriales.

En los ictus embólicos el comienzo es súbito y el déficit neurológico alcanza su máxima manifestación rápidamente.

Cuando ocurre un ictus hemorrágico, el déficit puede desarrollarse durante minutos, incluso horas. Estos déficits reflejan el lugar y tamaño de la lesión.

Los síntomas del ictus pueden variar dependiendo de la zona del cerebro afectada.

Algunos de los síntomas más comunes incluyen debilidad en un lado del cuerpo, problemas para hablar o entender el lenguaje, dificultad para caminar, pérdida de la visión o incluso anoxia cerebral.

Tratamiento del ictus desde la fisioterapia neurológica

La fisioterapia neurológica se dedica a la prevención, tratamiento y rehabilitación de lesiones y enfermedades que afectan al sistema músculo-esquelético, al sistema somatosensorial y al sistema nervioso.

En el caso del ictus, la fisioterapia neurológica es una parte fundamental del proceso de neurorrehabilitación. Las técnicas de fisiosoterapia neurológica ayudan al paciente a recuperar la mayor funcionalidad posible y mejorar su calidad de vida

ayuda al movimiento

En el tratamiento del ictus desde la fisioterapia neurológica, nos centramos en el trabajo de estabilidad para poder mantener posiciones del cuerpo como la sedestación o la bipedestación. También facilitamos la movilidad y coordinación de los distintos movimientos como coger un objeto del suelo o beber un vaso de agua.

También se trabajan actividades más específicas como la marcha, o la escritura, subdividiendo todos los movimientos que implican estas actividades. Trabajamos en aquellas partes que no puede realizar o le cuestan al paciente.

Gracias a la ayuda del equipo de terapia ocupacional, trabajaremos las actividades de la vida diaria como ducharse o lavarse los dientes.

Cómo puede la fisioterapia neurológica ayudar en el tratamiento del ictus

La fisioterapia es una parte del proceso de la rehabilitación del paciente con ictus.

Nuestro equipo de fisioterapeutas ayuda a los pacientes a recuperar su movilidad, fuerza y coordinación, así como a reducir el riesgo de caídas y otros accidentes.

Realizamos un trabajo sobre el sistema sensoriomotor, incluso antes de que recuperen el movimiento voluntario. Incidimos sobre la plasticidad cerebral realizando nuevas conexiones neuronales para compensar las zonas dañadas del cerebro.

Con un tratamiento del ictus abordado desde la fisioterapia, ayudamos a mejorar la función motora para que nuestros pacientes recuperen la funcionalidad perdida.

Técnicas y terapias utilizadas en fisioterapia neurológica para el tratamiento del ictus

Nuestro equipo de fisioterapeutas utiliza una amplia variedad de técnicas y terapias en el tratamiento del ictus. Incluimos ejercicio terapéutico, concepto bobath, punción seca o vendaje neuromuscular, entre otros.

El ejercicio terapéutico incluye actividades de entrenamiento de resistencia cardiovascular, como la cinta de marcha, y actividades de fuerza, como ejercicios con bandas elásticas o pesos.

fisioterapia

La combinación de estos entrenamientos ayudan a los pacientes a mejorar los sistemas músculo – esquelético, cardiovascular y respiratorio.

El marco teórico del  Método Bobath se basa en el análisis del movimiento y la alteración del mismo. 

Lo relaciona con los conocimientos sobre el control postural necesario para el desarrollo de una tarea, en la capacidad de ejecutar un movimiento selectivo o en la habilidad de elaborar secuencias coordinadas de movimiento.

Será necesario variar los patrones de movimiento según las necesidades de la tarea desarrollada, así como tener en cuenta en el papel de la aferencia sensorial en la conducta motriz y aprendizaje motor.

La punción seca es una técnica de fisioterapia invasiva que consiste en la inserción de una aguja a través de la piel hasta llegar al músculo.

punción seca

En la fisioterapia neurológica, la punción seca se utiliza para tratar la espasticidad, un trastorno neurológico que causa  tensión y acortamiento muscular evitando que el músculo pueda extenderse. 

Al reducir la tensión muscular, esta técnica puede ayudar a mejorar la movilidad y la funcionalidad.

El vendaje neuromuscular es otra de las técnicas utilizadas por nuestro equipo de fisioterapeutas para el tratamiento del ictus. Este tipo de vendaje aplica una presión suave y constante sobre la piel y los músculos para mejorar la circulación sanguínea y linfática

Con este tipo de vendaje, reducimos la inflamación y mejoramos la propiocepción (la capacidad del cuerpo para percibir su posición en el espacio). Esto puede ayudar a reducir los edemas y mejorar la función neuromuscular.

La movilización neurodinámica es una técnica que se enfoca en la movilización del sistema nervioso y sus estructuras relacionadas, como los nervios, los músculos y las articulaciones y así evitar restricciones en el movimiento de los pacientes.

movilización neurodinámica

Al movilizar las estructuras nerviosas, la movilización neurodinámica podemos ayudar a reducir el dolor y aumentar los rangos de movimiento de las articulaciones.

La fisioterapia respiratoria se enfoca en fortalecer los músculos respiratorios, mejorar la capacidad pulmonar y prevenir las infecciones respiratorias.

Este tipo de terapia es muy importante en el tratamiento del ictus, ya que los pacientes con ictus a menudo tienen dificultades respiratorias debido a la debilidad de los músculos respiratorios o la disfunción del diafragma

Esto provoca que la mucosa no se elimine y se infecte, pudiendo llegar a producir una neumonía. De ahí su importancia dentro del tratamiento del ictus abordado desde la fisioterapia.

Cada una de estas técnicas tiene su propio enfoque y beneficios específicos. Según los objetivos del paciente y sus necesidades se utilizará las herramientas necesarias para su rehabilitación neurológica

La importancia del trabajo transdisciplinar

El tratamiento del ictus ha de contar con el apoyo de otras áreas. De esta manera se le dará al paciente una recuperación que englobe todos los aspectos de su afección.

La terapia ocupacional se enfoca en ayudar a las personas a realizar actividades cotidianas, como vestirse, comer o caminar.

terapia ocupacional

En el caso de pacientes que han sufrido un ictus, la terapia ocupacional puede ser una parte esencial del proceso de recuperación, ya que puede ayudar a restaurar globalmente los aspectos tanto cognitivos como físicos.

En el proceso de rehabilitación, la neuropsicología es la encargada de trabajar todos los aspectos cognitivos que pudieran haber sufrido los pacientes. Tratamos con ellos la memoria, la atención, las funciones ejecutivas o cualquier problema relacionado con las emociones.

También, puede darse el caso de que después de un ictus, algunos pacientes experimenten problemas con la voz como la afasia  y de la deglución como la disfagia.

El equipo de logopedia, en este caso, trabaja con el paciente este tipo de problemas para aumentar la comunicación con su entorno y mejorar en los procesos de ingesta de líquidos y sólidos.

Cuando una persona sufre un ictus, la rehabilitación se debe hacer desde un enfoque global. 

Para que este proceso tenga éxito, es necesario que tanto la logopedia, como neuropsicología, los terapeutas ocupacionales y la fisioterapia neurológica trabajen de forma integral.

De esta manera lograremos realizar con éxito un proceso de neurorehabilitación holístico y ecológico con el entorno del paciente.

¿Qué puedo hacer para ayudar en la recuperación de mi ser querido que ha sufrido un ictus?

Hay varias cosas que puedes hacer para ayudar en la recuperación de un ser querido que ha sufrido un ictus.

Lo primero, es iniciar la rehabilitación de tu ser querido lo antes posible. Ha de estar supervisada en todo momento por profesionales especializados, con experiencia en la rehabilitación neurológica.

cuidado paciente ictus

El proceso de rehabilitación es duro, por tanto, apoyar emocionalmente a la persona que ha sufrido un ictus es vital para su recuperación.

El tratamiento transdisciplinar del daño cerebral es una parte importante del proceso, pero también es fundamental la implicación de su entorno la hora de apoyar a participar en las terapias, a motivarle y que se sienta respaldado en todo momento.

En Neuraces nuestro lema es:

Te ayudamos a mejorar tu autonomía

Contacta con nosotros para empezar a mejorar tu calidad de vida.

(1) Datos de 2022

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