Gemma González
Terapeuta Ocupacional
El método Affolter es una técnica de terapia neurofuncional que se centra en la percepción táctil y kinestésica para mejorar la orientación y la comunicación en personas con daño cerebral o trastornos neurológicos.
En este artículo vamos a profundizar en la utilización del método Affolter desde el enfoque de la terapia ocupacional. Esta disciplina de la neurorrehabilitación proporciona una forma práctica y táctil de abordar las dificultades de percepción y acción, contribuyendo a mejorar las habilidades funcionales de los pacientes en sus actividades diarias.
¿Qué es el método Affolter?
El método o modelo Affolter se fundamenta en una premisa esencial, tomar la percepción como la base sobre la cual construimos nuestra interacción con el mundo que nos rodea.
Esta interacción abarca desde las más simples acciones motoras hasta los complejos procesos cognitivos y emocionales que se experimentan diariamente.
La percepción es el proceso mediante el cual interpretamos y comprendemos el entorno que nos rodea a través de nuestros sentidos. Es a través de la percepción que somos capaces de ver, oír, sentir y comprender nuestro entorno y, en base a ello, responder adecuadamente.
Si pensamos en tareas diarias como caminar por una calle, reconocer a un amigo o incluso saborear una comida, todo se basa en nuestra capacidad para percibir e interpretar estímulos.
Alteraciones en la percepción: implicaciones y consecuencias
El acto de percibir es un proceso complejo que involucra la recepción e interpretación de estímulos del entorno a través de nuestros sentidos.
La percepción es una piedra angular de nuestra experiencia y comportamiento; nos permite interactuar, aprender y adaptarnos. Sin embargo, cuando ocurren alteraciones en este proceso, las repercusiones pueden ser significativas y afectar diversas áreas de la vida diaria.
Las alteraciones en la percepción pueden originarse por diversas causas. El daño cerebral, que puede darse como resultado de traumatismos, enfermedades o accidentes cerebrovasculares, puede afectar las áreas del cerebro responsables de procesar la información sensorial.
Por otro lado, trastornos neurológicos, como la esclerosis múltiple o la enfermedad de Parkinson, pueden interferir en la transmisión y procesamiento de señales.
La demencia, que incluye enfermedades como el Alzheimer, produce deterioro cognitivo y provoca también alteraciones en la percepción. Los pacientes pueden tener dificultades para reconocer objetos, lugares o personas.
Una alteración perceptiva implica que el cerebro recibe información que puede ser confusa o errónea. Estas distorsiones pueden manifestarse de muchas maneras, como ver u oír cosas que no están presentes (alucinaciones) o no ser capaz de reconocer estímulos que son familiares (agnosia).
Estas alteraciones pueden llevar a respuestas físicas y comportamentales desadaptativas. Por ejemplo, una persona que no percibe correctamente la distancia o la profundidad podría tener dificultades para caminar o agarrar objetos, resultando en movimientos torpes o descoordinados.
De manera similar, alguien con alteraciones en la percepción visual podría no reconocer rostros familiares, lo que podría generar situaciones sociales incómodas o angustiantes.
Las alteraciones en la percepción no solo afectan las respuestas motoras o físicas, sino que también pueden tener un impacto en las habilidades cognitivas.
Procesar información, tomar decisiones y aprender pueden volverse tareas complicadas si el cerebro no recibe o interpreta adecuadamente los estímulos.
Objetivo del método Affolter: refinamiento de la percepción y acción a través de la guía táctil
La percepción adecuada del entorno es esencial para que los individuos interactúen y funcionen de manera eficaz en su vida diaria. Las alteraciones o deficiencias en la percepción pueden tener impactos significativos en la calidad de vida, la independencia y las habilidades de una persona para llevar a cabo tareas cotidianas. Es aquí donde el método Affolter entra en juego.
Percepción como fundamento: La percepción es más que simplemente recibir información a través de los sentidos. Implica un complejo proceso de interpretación, donde el cerebro toma los estímulos sensoriales y los traduce en una comprensión significativa del entorno. Por lo tanto, cualquier fallo o interrupción en este proceso puede afectar profundamente la manera en que una persona interactúa con el mundo.
Enfoque adaptativo y funcional: El método Affolter no se limita a mejorar la percepción por sí misma, sino que busca que esta mejora se traduzca en acciones más adaptativas y funcionales en el mundo real.
Esto significa que, más allá de percibir correctamente, se espera que el paciente pueda usar esta percepción de manera efectiva para realizar acciones, ya sea agarrar un objeto, caminar sin tropezar o interpretar correctamente un estímulo visual o auditivo.
El rol de la repetición: La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar a lo largo de la vida. Mediante la repetición, el método Affolter busca aprovechar esta característica cerebral para reforzar y reconfigurar las redes neuronales.
Al repetir ciertas acciones o estímulos de manera consistente, el cerebro puede aprender y adaptarse, lo que a su vez puede mejorar la percepción y la respuesta del individuo a su entorno.
Guía táctil como herramienta principal: La guía táctil es uno de los aspectos distintivos del método Affolter. A través de la orientación táctil proporcionada por un terapeuta ocupacional, el paciente recibe retroalimentación directa y constante sobre su interacción con el entorno.
Beneficios a largo plazo: Aunque el método Affolter requiere paciencia y tiempo, los beneficios a largo plazo pueden ser significativos. Al mejorar la percepción y la acción, los pacientes pueden experimentar una mayor independencia, confianza y habilidad para llevar a cabo actividades diarias, lo que a su vez puede mejorar su calidad de vida.
Utilización del método Affolter en terapia ocupacional
La terapia ocupacional busca mejorar las habilidades de las personas para realizar actividades cotidianas como vestirse, cocinar, bañarse, y más. Usando el método Affolter, el terapeuta puede guiar táctilmente al paciente a través de estos procesos, ayudando a mejorar su percepción y coordinación.
Fomento de la autonomía a través del método Affolter
La autonomía personal es un componente esencial de la dignidad humana y la calidad de vida. Poder llevar a cabo tareas cotidianas de forma independiente no solo aporta una sensación de logro, sino que también permite a los individuos interactuar con el mundo a su alrededor de una manera significativa.
La terapia ocupacional, centrada en esta premisa, tiene como objetivo equipar a las personas con las habilidades necesarias para funcionar de manera óptima en su vida diaria. La incorporación del método Affolter amplía las herramientas a disposición del terapeuta para alcanzar este fin.
Mediante el método Affolter, se promueve una interacción más consciente con el entorno.
Actividades como abotonarse una camisa o manejar utensilios de cocina requieren una coordinación motora fina. La guía táctil del método Affolter puede ser instrumental en refinar estas habilidades, ofreciendo retroalimentación directa y permitiendo al paciente corregir y adaptar sus movimientos.
El método Affolter no solo se centra en el tacto, sino que también promueve la integración de diferentes sistemas sensoriales. Al mejorar la percepción, se espera que el paciente pueda coordinar mejor la información visual, táctil y kinestésica, lo que es fundamental para tareas como bañarse o cocinar.
Al recibir guía y retroalimentación constantes y al experimentar mejoras en la realización de actividades, los pacientes pueden desarrollar una mayor confianza en sus habilidades. Esta autoeficacia reforzada puede ser un motivador poderoso para continuar con la rehabilitación y enfrentarse a esos desafíos cotidianos.
El objetivo final del método Affolter en terapia ocupacional es que los pacientes eventualmente no necesiten la guía táctil. Con el tiempo, a través de la práctica y la repetición, se espera que puedan realizar tareas de forma independiente, consolidando su autonomía y mejorando su calidad de vida.
La guía táctil en el método Affolter. Una comunicación más allá de las palabras
La comunicación entre el terapeuta y el paciente es esencial en cualquier intervención terapéutica. Sin embargo, el método Affolter propone una perspectiva única en esta comunicación al enfatizar la guía táctil en lugar de la instrucción verbal.
Esta particularidad refleja una profunda comprensión de la naturaleza intrínseca del aprendizaje motor y perceptual.
La experiencia táctil proporciona una forma inmediata y concreta de aprender. A diferencia de las instrucciones verbales, que requieren una interpretación y un procesamiento cognitivo para traducirse en acción, la guía táctil conecta directamente con el sistema motor del paciente. Es un aprendizaje directo, donde el cuerpo “comprende” a través de la sensación y el movimiento.
Para aquellos pacientes que pueden tener problemas con la comprensión verbal debido a condiciones como la afasia o ciertos trastornos neurológicos, la guía táctil se convierte en una herramienta invaluable. Ofrece un medio de comunicación y aprendizaje que no se basa en palabras, sino en sensaciones.
Al guiar táctilmente al paciente, el terapeuta puede proporcionar retroalimentación en tiempo real. Si un movimiento es impreciso o descoordinado, el terapeuta puede corregirlo al instante, permitiendo al paciente sentir la diferencia entre un movimiento incorrecto y uno correcto. Esta corrección inmediata ayuda al paciente a ajustar y refinar sus acciones.
Aunque inicialmente el paciente depende de la guía del terapeuta, el objetivo final es que con el tiempo, a través de la repetición y el aprendizaje, el paciente pueda realizar los movimientos y tareas de forma independiente. Esta transición de dependencia a autonomía puede ser profundamente empoderadora para el paciente.
La guía táctil no se limita a mejorar la percepción del tacto en sí. Al interactuar con diferentes objetos y contextos, el paciente también integra información visual, auditiva y propioceptiva. Este enfoque holístico enriquece la experiencia sensorial global.
Percepción y acción en el método Affolter
La base del método es que la percepción y la acción están estrechamente relacionadas. Mejorando la percepción táctil y kinestésica del paciente, se espera que sus acciones (movimientos, coordinación) también mejoren.
A través de la repetición constante de ciertas tareas y movimientos, guiados táctilmente, el paciente desarrollará patrones de movimiento más adecuados y eficientes.
Como con cualquier intervención en terapia ocupacional, es necesario realizar una evaluación continua del progreso del paciente. De esta manera, se podrán adaptar las intervenciones y garantizar que se estén abordando las áreas más importantes para la independencia y calidad de vida del individuo.
En esencia, el método Affolter aspira a reconectar a los pacientes con su entorno a través de una percepción y acción mejoradas. Utilizando la guía táctil y la repetición como herramientas clave para lograr este objetivo.